La iglesia no siempre está asociada a cuestiones de fe, de pureza, de devoción. Abundan las historias que presentan los oscuros secretos de quienes deberían representar a Dios entre los mortales. Sucede en la vida real, sucede en el arte. El teatro, por ejemplo, se preocupó por retratar esas cuestiones tan ásperas. La Duda, de John Patrick Shanley (llevada al
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