(Francia, 2017)
Dirección: Blandine Lenoir. Guion: Blandine Lenoir, Jean-Luc Gaget y Océane Michel. Elenco: Agnès Jaoui, Thibault de Montalembert, Lou Roy-Lecollinet, Sarah Suco, Pascale Arbillot, Philippe Rebbot, Eric Viellard. Producción: Antoine Riñón, Fabrice Goldstein. Distribuidora: SBP. Duración: 89 minutos.
El pasaje de una etapa de la vida a la siguiente nunca deja de ser un material interesante para la ficción. Los ejemplos abundan, y en todas las latitudes y culturas. 50 Primaveras (Aurore, 2017) va por ese camino.
A sus 50 años, Aurore (Agnès Jaoui) vive una crisis. Trabaja en un restaurante, donde sus compañeras son mucho más jóvenes y el trato es por demás cuestionable. Vive con Lucie (Lou Roy-Lecollinet), su hija adolescente, de novia con un muchacho rebelde, mientras que Marina (Sarah Suco), la hija mayor, en pareja desde hace tiempo, confirma que está embarazada. Además, comienza a experimentar los síntomas de la menopausia. Su refugio y oráculo es Mano (Pascale Arbillot), su mejor amiga, a quien ayuda con la venta inmobiliaria haciéndose pasar por compradora cuando hay clientes cerca. En ese contexto se reencuentra con Christophe (Thibault de Montalembert), Totoche, otrora compañero del colegio, otrora colega de banda musical, otrora novio y eterno amor de su vida… hasta que él partió al servicio militar y ella formó una pareja estable con Nanar (Philippe Rebbot), por entonces amigo de ambos y ahora ex marido de Aurore. Demasiados acontecimientos juntos en un momento clave en la vida. Pero crisis siempre significa oportunidad, y Aurore, mientras busca nuevo trabajo y se prepara para ser abuela, podrá tener una nueva chance en el amor.
En clave de comedia dramática, Blandine Lenoir habla sobre la madurez, la familia, el pasado y el presente. Muestra cómo Aurore debe moverse en una etapa entre la adultez y la ancianidad, aceptando lo inevitable pero todavía dando batalla en el plano laboral y el sentimental, y lo hace balanceando humor, lágrimas y ternura. La directora también evita la celebración y la demonización de los 50: se limita a presentar cómo es la vida en esa instancia, con su pro y sus contras.
Agnès Jaoui -cantante, cineasta, todoterreno del arte y el espectáculo- se carga la película al hombro. Transmite la vulnerabilidad y la audacia de Aurore, en un tono acorde con el de la película, sin excederse en ninguno de los registros. Convincente a la hora de hacer reír, convincente al momento de emocionar. La acompaña un elenco sólido, donde se destacan Pascale Arbillot y la muy prometedora Lou Roy-Lecollinet, vista en Tres Recuerdos de mi Juventud (Trois souvenirs de ma jeunesse, 2015), de Arnaud Desplechin.
50 Primaveras cumple como film entrañable, con sus alegrías y amarguras, pero dejando en claro que nunca hay límites de edad cuando se trata de vivir.
© Matías Orta, 2017 | [email protected] | @matiasorta
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