Entre el 10 y el 16 de septiembre, Buenos Aires será sede de la nueva edición del Festival de Cine Alemán. El martes 8, en el hotel Intersur Recoleta, se realizó la conferencia de prensa.
Gustav Wilhelmi, director del festival, recordó que se trata de la edición 15. “Somos señoritas”, añadió con su habitual buen humor. Destacó la variedad de la programación, con tres películas que tendrán su estrenó comercial ven el país, y anunció que tienen película de casi todos los géneros. Dentro de las novedades provenientes de tierras teutonas, habrá un clásico: El Estudiante de Praga, de 1913, que cerrará el evento.
Luego, Uwe Mohr, responsable del Goethe Institute, habló de la relación cultural entre Argentina y Alemania, y se refirió a Laberinto de Mentiras (la película que inaugura el festival) y de la importancia de su temática: el rescate del pasado más oscuro del pueblo alemán, en pos de la búsqueda de justicia y en contra del olvido.
A continuación, Giulio Ricciarelli, director de Laberinto…, respondió preguntas sobre el film. Habló de la elección del elenco (mayormente, oriundo de teatro), del desafío que representó hacer un film histórico sin perder el sentido de la narración, de la aspereza de la temática, de la influencia italiana en una producción alemana. Dio detalles de cómo fue rodar en exteriores (sobre todo, teniendo en cuenta de que la acción transcurre en los ‘60 y no se debían caer en anacronismos). Contó que la película fue bien recibida en Alemania, y hasta se le acercaron personas que tuvieron un vínculo al pasado más oscuro de ese país. Además, reveló cómo fue hablar sobre Auschwitz sin filmar dentro de ese campo de concentración, valiéndose de la sugestión para no ser burdo y no incurrir en golpes bajos. En cuanto al proceso de investigación, dijo que escucharon grabaciones, pero que todavía es muy duro para la sociedad alemana volver a esas cuestiones tan dolorosas. Agregó que el film tiene distribución en un gran número de países y que forma parte de la preselección para los premios Oscar.
También hubo palabras de Harald Herrmann, encargado de asuntos culturales de la Embajada de Alemania, crucial para la concreción del festival. Al igual que Mohr, destacó la relación entre ambos países y, muy especialmente, la cinefilia porteña, que sin duda se acercará a las salas de los complejos Village Recoleta y Village Caballito para festejar el cumpleaños número 15 del Festival de Cine Alemán.
Matías Orta
