A Sala Llena

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30º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata: Día 5

30º Festival Internacional de Cine de Mar del Plata: Día 5

Martes 3 de noviembre.

Ingresamos en la mitad del festival, y los grandes momentos se suceden cada segundo.

Atom Egoyan vino a presentar Remember, su más reciente film. Tras la proyección en el Auditorium, en el marco de la Competencia Internacional, el director canadiense contó los pormenores del film, incluyendo lo áspero de su temática y el trabajo con los grandes actores (y actores grandes) empezando por Christopher Plummer.

Una jornada que tuvo más conferencias, charlas y presentaciones especiales, donde las salas, pese a ser día de semana, no dejan de llenarse.

Todavía falta la segunda mitad del festival, todavía faltan más cantidades de cine y de cineastas.

 

 Remember, de Atom Egoyan (Canadá, 2015 – Competencia Internacional), por Matías Orta

Zev Guttman (Christopher Plummer) es anciano, padece demencia señil y acaba de quedar viudo. Las fuerzas le permitirán cumplir con el objetivo planteado cuando su esposa muriera: encontrar a Rudy Kolander, el alias del jerarca nazi que mató a su familia en Auschwitz. Según Max, (Martin Landau), su fiel compañero en el asilo donde residen, Kolander vive en Norteamérica… donde hay cuatro personas con el mismo nombre. Zev escapa del asilo y, sin perder contacto con Max, iniciará la tan demorada venganza.

Sin perder la forma de thriller con toques de humor negro, la nueva película de Atom Egoyan es fiel a las obsesiones del director: el dolor, la memoria, la desolación, el pasado oscuro, los secretos más prohibidos, la muerte. Una road movie de tensión, detalles, giros inesperados y una de las mejores y más lúgubres actuaciones del siempre excelente Christopher Plummer. Cada aparición suya le da un sabor único a cada escena. No menos exactas son las interpretaciones de Landau y, en papeles menores pero cruciales, Bruno Ganz, Dean Norris y Jürgen Prochnow.

Remember trae al mejor Egoyan en mucho tiempo y, como en sus obras más destacadas, deja pensando al espectador, que deberá digerir una obra dura e implacable como invierno canadiense.

calificacion_4

 

 

 

La Luz Incidente (Ariel Rotter, 2015 – Competencia Internacional), por Carlos Federico Rey

Película sobre la ausencia, sobre lo que queda atrás, sobre superar lo impredecible e inclasificable, Rotter utiliza una intensa fotografía en blanco y negro para contar la historia de una mujer con dos hijos que tienen que superar la muerte accidental de su esposo y su hermano. La carga que le pone Érica Rivas al personaje construye una inmediata sensación de angustia en el espectador y la posibilidad de conocer a otro hombre en una fiesta que Rotter filma al estilo La Dolce Vita empieza a modificarla y cambiarla pero siempre dentro del límite que se autoimpone de mujer arrasada por el dolor. La búsqueda de ese hombre por ingresar en esta familia herida, gira el relato a película de reconstrucción con algunos toques de comedias, necesarios y saludables para soportar la intensidad y pulsión dramática que densifica la atmosfera en todo momento. Un bello plano final con un largo zoom out de la madre e hijas con una culminación fuera de foco implican cambio y renovación, una buena treta de Rotter para contarnos que otro futuro les espera.

calificacion_3

 

 

 

Lo que Nunca Nos Dijimos, de Sebastián Sánchez Amunategui (México / Argentina, 2015 – Competencia Latinoamericana), por Enrique D. Fernández

Los personajes de esta ópera prima dirigida por Sebastián Sánchez Amunategui, presentan modismos que desarrollan automáticamente la configuración de la historia. Tenemos a la madre sobreprotectora (personaje que le calza justo a Ana María Picchio) y una hija traumada por los conflictos reprimidos durante su infancia que regresa al país después de exiliarse (un secreto contenido que atraviesa el drama argumentativo central de la historia). El reencuentro de estas mujeres después de varios años se sucede mientras el padre de la familia agoniza en estado de coma y permanece internado dentro de la casa que habitan. El guion sostiene un humor práctico que refleja las diferencias generacionales del elenco en medio de esta relación conflictiva con tintes dramáticos y negros. Si bien tiene diálogos que son de manual, Lo que Nunca Nos Dijimos alcanza un nivel correcto del tono tragicómico.

calificacion_3

 

 

 

Los Pibes, de Jorge Leandro Colás (Argentina, 2015 – Competencia Argentina), por M.O.

El Club Atlético Boca Juniors despierta pasiones incomparables, al punto de trascender lo meramente futbolístico. Sin embargo, poco y nada se sabe de cómo funciona la institución, sobre todo a la hora de empezar a formar a las estrellas de los próximos años. Una tarea ardua a cargo de captadores, personas que se encargan de buscar y seleccionar a los chicos que formarán parte de las inferiores.

El nuevo documental de Jorgé Leandro Colás se sumerge en el día a día de estos especialistas en identificar diamantes en bruto a la espera de ser pulidos. La cámara muestra a los cientos de aspirantes que se acercan al club, permite ver las pruebas de los candidatos, se sumerge en la intimidad de los captadores y podemos conocer la impronta, la experiencia de cada uno, y no pocas veces es testigo de alguna insólita confesión. También hay un seguimiento a los viajes de los captadores a los barrios humildes y a ciudades del interior. En todos los casos, hay pequeños que sueñan con triunfar en uno de los equipos más importantes del país y padres con anhelos de que sus hijos sean cracks como Messi. Por supuesto, los captadores también tienen en cuenta esas situaciones.

Un muy interesante recorrido por uno de los trabajos fundamentales dentro de Boca Juniors y en todo el fútbol profesional.

calificacion_4

 

 

 

El Precio de un Hombre (Stephane Brize, 2015 – Competencia Internacional), por C.F.R.

Hay un común denominador en la producción de cine europeo (principalmente de los países centrales) y es que todas las películas están cruzadas por la gran crisis económica que se vive en el viejo continente y las repercusiones que eso genera en las personas. El Precio de un Hombre cuenta la historia de Thierry, padre de clase media que ve bajar su caudal laboral y se queda sin dinero para mantener a su familia. La falta de opciones laborales lo llevan a trabajar de guardia de seguridad de un supermercado y es ahí donde Brizé se rebela y nos muestra las más profundas contradicciones del capitalismo: pobres controlando a otros pobres para que no les roben a los ricos. El personaje de Thierry sufre por las vejaciones que otros guardias de seguridad aplican sobre clientes y empleados. La identificación del espectador con el personaje es total, Brizé juega con eso y en consecuencia, el final libertario es una carga que nos sacamos todos de encima antes de salir de la sala.

calificacion_3

 

 

 

Te Prometo Anarquía, de Julio Hernández Cordón (México / Alemania, 2015 – Competencia Latinoamericana), por E.D.F.

Antes que hacer una radiografía ordinaria de los dilemas adolescentes que preocupan en la actualidad, el director Julio Hernández Cordón nos introduce a los escenarios urbanos de una México en constante ritmo durante el día (skaters movilizándose por toda la ciudad, sonidos regionales invadiendo las calles) y mas apagada durante la noche (dos jóvenes que matan el tiempo teniendo sexo y aspirando pegamento en los interiores de un camión abandonado mientras el resto duerme). Lo que se lee entre líneas es una acertada metáfora del adolescente como un vampiro diurno que divaga sin ambiciones, en la piel de nuestros protagonistas Miguel y Johnny, dos amantes que trafican sangre para juntar dinero, moviéndose con total libertad por las calles y compartiendo un sentimentalismo sincero. Entre histeriqueos y paseos rutinarios, Te Prometo Anarquía comienza a develar una carga de inocencia que parece perdida en el presente.

calificacion_3

 

 

 

Mountains May Depart (Jia Zhangke, 2015 – Autores), por C.F.R.

Zhangke filma sus obsesiones, muestra un ideario de la ciudad, trenes en movimiento y el devenir de las relaciones filiales, y lo hace en tres periodos temporales, comenzando en año nuevo de 1999 donde Tao baila al ritmo de los Pet Shop Boys y debe elegir entre un adinerado y un trabajador que se disputan su amor. La decisión tiene sus costos y con un brillante manejo de las largas elipsis temporales Zhangke lleva la narración al año 2014 y va reflexionando sobre las cicatrices que dejan cada una las cosas que los personajes eligen. El desenlace se produce en un futuro realista en el año 2025, lejos de cualquier imaginación distopica, donde los dos hombres que se disputaron a Tao 26 años atrás continúan con presentes opuestos, el hijo de Tao no ve a su madre hace 11 años y Zhangke protegiendo a nuestra heroína del abandono y la tragedia, la filma complacidamente en ese final, haciendo ravioles chinos, una especie de recuerdo del pasado y otra vez brillando al ritmo de “Go West”, descomprimiendo la tensión y angustia del espectador y pensando que alguna vez Tao pudo ser feliz.

calificacion_4

 

 

 

El Sistema Gorevisión, de Valentín Javier Diment (Argentina 2015 – Panorama), por Ernesto Gerez

Las chotas de plástico como marca de autor, la amistad como nafta súper, y el amor por el cine clase Z como piedra angular. Filmar lo que pinta, porque la primera idea muchas veces es la mejor, y la cofradía Gorevisión lo sabe. El exploitation del exploitation, violaciones, sangre fucsia, tetas y outfit sadomaso son algunas de las características de los productos de Magariños y sus secuaces. “Si hacés una sola película mala sos un idiota, si hacés dos sos un tarado, pero si hacés diecisiete sos un autor” comenta el alma mater del proyecto ultragore nac & pop, y la sala estalla. Pero no todo es búsqueda de risas en este documental de Diment, hay también un acercamiento a las personas, a las vidas de los Gorevisión. Y claro que este costado de aproximación ¿realista? corta con la algarabía de un inicio arrollador, pero nos permite conocer el lado b de estos antihéroes, tipos con los cojones suficientes y con la voluntad para hacer lo que se les canta y cómo se les antoja. 84 minutos de la historia de la productora más punk del país, su ligadura con el submundo rocker, y bocha de anécdotas que despliegan en pantalla una genuinidad poco común en un ambiente que cuida muy bien sus dientes.

calificacion_4

 

 

 

UPA 2: El Regreso, de Santiago Giralt, Tamae Garateguy y Camila Toker (Argentina, 2015 – Panorama), por M.O.

En 2007, Santiago Giralt, Tamae Garateguy y Camila Toker –por entonces, tres jóvenes que estaban empezando a incursionar en el mundo del cine- decidieron hacer un largometraje que satirizara el por entonces muy en auge Nuevo Cine Argentino. Así salió UPA: Una Película Argentina.

En UPA 2: El Regreso los mismos protagonistas de la película anterior (encarnados por los mismos directores, pero haciendo personajes de ficción) se reúnen años después luego de aquella fatídica experiencia y deciden filmar un nuevo proyecto juntos. Piensan que ahora, cada uno con más experiencia, podrán concretar el tan anhelado y ambicioso largometraje que supuestamente los llenará de premios y prestigio en el ámbito del cine independiente. Si bien las primeras reuniones son prometedoras, los problemas del pasado no tardarán en volver y se les sumarán nuevos y terribles inconvenientes.

Los directores vuelven a recurrir al estilo de cámara en mano, como si se tratara de un documental. Esta ácida y divertida mezcla de realidad y ficción tiene como ingredientes las participaciones de Martín Slipak y de Nancy Duplaá como versiones estereotipadas de sí mismos.

Una nueva paliza a los cineastas pretenciosos y snobs, y una muestra de cómo los propios egos (en el mundo del cine y en cualquier otro) pueden poner en peligro una relación de trabajo y amistad.

calificacion_3

 

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