A Sala Llena

0
0
Subtotal: $0,00
No products in the cart.

FESTIVALES

4º Festival de Cine Nacional Leonardo Favio: Día 9 y premiaciones

Sábado 22 de agosto.

Como todo lo bueno, los festivales de cine también concluyen. El Leonardo Favio no es la excepción, y esta jornada incluyó las premiaciones.

A las 15 hs, el público de Bolívar pudo ver El Clan, la película argentina del momento y del año: más de un millón de espectadores en 10 días.

A continuación, las últimas películas del festival.

Los cortos En las Nubes, de Marcelo Mitnik, y El Viaje, dirigido por Florencia Momo, dieron pie a Lumpen, ópera prima de Luis Ziembrowski, y a Bolishopping, con la última actuación de Arturo Goetz.

Siempre en el Cine Avenida, tras un intervalo que incluyó copas de vino y vasos de Pepsi para los presentes, comenzó la ceremonia de entrega de premios. Primero le tocó al jurado de cortometrajes (compuesto por Liliana Amate, Hernán Findling y Nicolás Dolensky), que le dio el premio principal a Circular, de Eduardo Pinto, quien subió a recibir el premio. Pinto, responsable de Palermo Hollywood y Caño Dorado, es un asiduo del festival, aprovechó estos días para buscar locaciones para un proyecto a concretar en tierras bolivarenses. Asimismo, Amate anunció previamente que el corto ganador integrará la Semana del Cortometraje (en reemplazo de La Noche del Cortometraje, que se realizaba en diciembre), ahora durante la próxima edición del Festival Internacional de Cine de Mar del Plata. Por el lado de los largometrajes, el jurado compuesto por Omar Jadur, Andrés Echeveste y Fernando Lima le dio el reconocimiento mayor a La Niña de Tacones Amarillos, de Luján Loioco.

Con una foto grupal, arriba del escenario, de todos los realizadores que participaron del evento, el 4º Festival de Cine Nacional Leonardo Favio llegó a su fin. Tal como dijo Pablo Buca, su director, ya están pensando en la edición que viene y en consolidarse como uno de los festivales de cine más representativos del país. Teniendo en cuenta el estupendo trabajo de organización y la buena programación de películas, van por el buen camino.

 

Lumpen, de Luis Ziembrowski (Competencia Largometrajes)

Bruno (Sergio Boris) no la pasa bien. Vive con su pareja (Analía Couceyro) y su hijo adolescente (Alan Daicz) en una casa semiescondida en un suburbio. Sin trabajo, se las arregla para ayudar en la panadería de su padre (Oscar Alegre) y debe lidiar con vecinos tan extraños como poco confiables, empezando por Cartucho (Diego Velázquez), un boxeador amateur que está de ocupa en una fábrica. Comenzará a prestarle atención a Cartucho al notar que el hijo se acerca a él, y hasta le pagará para que le cuide el auto. Pero el resto de los habitantes de aquel olvidado sector del país no verá esta situación de la mejor manera, lo que llevará a Bruno a confrontar con los demás y consigo mismo.

En su debut detrás de cámara, Luis Ziembrowski se las arregla para combinar crudeza y cuidado estético para transmitir el estado mental del protagonista y su estado cada vez más perturbado. Un drama urbano con sabor a thriller, en un estilo aparentemente realista pero con elementos propios de una pesadilla.

Sergio Boris carga con el peso principal de la película y sigue demostrando su talento para componer esta clase de personajes atormentados, ahora en un tono decididamente oscuro. En el elenco también participan Gabo Correa, Daniel Valenzuela y Tamara Garzón Zanca.

Lumpen presenta una nueva e interesante faceta de Ziembrowski que debería continuar llevando a cabo.

calificacion_3

 

 

 

Bolishopping, de Pablo Stigliani (Competencia Largometrajes)

La llegada a la Argentina de inmigrantes de diversas nacionalidades, en busca de trabajo y un buen porvenir, siempre fue algo común. También es común que muchas de estas personas, sin andar muy prevenidas, se topen con individuos aprovechadores y maltratadores, y así lo que podría haber sido un sueño deviene en la pesadilla más desagradable. Uno de estos hechos verídicos inspiró Bolishopping.

Luis (Juan Carlos Aduviri), su mujer (Olivia Torres) y su pequeña hija, los tres de nacionalidad boliviana, se mudan a un taller clandestino de costura, en Buenos Aires. Allí quedan en manos de Marcos (Arturo Goetz), un jefe dispuesto a mantener a flote su negocio, aunque eso signifique exigir de mala manera a sus empleados. No pasará mucho tiempo hasta que Jorge y su familia se cansen del maltrato y hagan lo posible por escapar de esa terrible situación.

La película se mete con una temática real, contemporánea e indignante. Con un estilo cercano al del documental y la tensión creciente propia de un film policial, el director Pablo Stigliani cuenta la historia desde el punto de vista de los inmigrantes bolivianos que son explotados en talleres ilegales, y también se mete con Marcos; lejos de demonizarlo (tiene arreglos con la policía y con empresarios poderosos, y es capaz de impedir que el matrimonio protagonista lleve a su hija enferma al hospital), lo muestra en su vida privada, donde se lo ve solo y cuidando de su madre enferma. Otra excelente labor de Goetz, mostrando el lado más humano de un individuo desagradable, y uno de sus últimos trabajos antes de morir en 2014. No menos destacable es el desempeño de Juan Carlos Aduviri, quien tiene unos tensos contrapuntos con el personaje de Goetz.

Más allá de algunos recursos que no terminan de funcionar bien, como fundidos a negro prolongados y sin relevancia, la película conserva su potencia y nos adentra en un mundo tan cotidiano como duro, corrupto y cuestionable. Ideal para concientizar sobre injusticias que todavía parecen no tener solución.

calificacion_3

 

 

 

Matías Orta

[email protected]

 

Dejá un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

También te puede interesar...

Recibe las últimas novedades

Suscríbete a nuestro Newsletter