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FESTIVALES

Pantalla Pinamar 2016: Día 2

Domingo 6 de marzo.

La 12ª edición de Pantalla Pinamar ya está en marcha. Una vez más, las proyecciones comienzan a partir de las 14 hs, mientras que antes, los responsables de las películas y otras figuras tienen su lugar en conferencias de prensa, realizadas en el Hotel Algeciras.

La primera conferencia del día y del festival tuvo que ver con uno de los países invitados: Irlanda. 1916: La Rebelión Irlandesa es un documental sobre un episodio crucial en la historia de esa nación. Estuvieron presentes Briona Nic Dhiarmara (coguionista), Boby Smith (cónsul) y Justin Harman (embajador). Harman comenzó hablando sobre el hecho histórico y la relación y repercusión en Argentina. De ahí el orgullo de que la película tenga su estreno mundial aquí. “Este documental es único, el esfuerzo de varios años”, dijo, y remarcó la importancia de Dhiarmara, quien luego dio detalles del surgimiento del proyecto y de la importancia de mostrar el impacto internacional que tuvo el evento. Además, dio detalles de cómo se originó la rebelión y de cómo, antes de eso, los irlandeses eran tratados como ciudadanos de segunda clase. También contó sobre el estado del material de archivo, el rol de la mujer en aquel episodio, la participación del actor Liam Neeson como narrador (“Fue muy importante; se comprometió desde el principio y sirvió para que la película tuviera más llegada”), y hasta se tocó el tema de la división entre Irlanda del Norte y República de Irlanda. Por último, anunciaron los próximos pasos del film en festivales venideros y el embajador, ante una pregunta final, dio detalles sobre la situación política actual irlandesa y su relación internar, con el resto de Gran Bretaña y con la Unión Europea.

A continuación se realizó el sorteo del Boleto Oficial Cinematográfico de lo que va de 2016, con presencia Verónica Sánchez Geloz, Gerenta de Fiscalización del INCAA, y del ganador reciente. Se sumaron los actores Antonella Costa, Willy Lemos y Luciano Cáceres, quienes luego revolvieron la urna. Tras unas breves palabras de Geloz, el sorteo del premio principal (de $14.000), un suplente y once más, de mil cada uno.

Minutos después, conferencia por los 30 años de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas de España y de los Premios Goya. Gracia Querejeta se destacó como la representante principal. Hija del mítico productor Elías Querejeta, se desempeña como vicepresidenta de la entidad y como cineasta (de hecho, su película Felices 140 integra la programación del festival. La acompañó Juan Duarte, agregado cultural de la embajada española. Gracia explicó la importancia de la institución, sobre todo en tiempos difíciles, como ahora. “Tratamos de mantener el ambiente lo menos crispado posible”, agregó, ya que trajo problemas para la Academia y para sus miembros. También se refirió a Internet y a la piratería (España es el país con más descargas ilegales), que se siguen imponiendo por sobre plataformas que permiten ver cortos y largometrajes con un abono económico. No dejó de referirse al mecanismo actual de la Academia y de cómo es fundamental que esté cada vez más cerca de los socios, ni a las iniciativas en el apoyo de proyectos desde la etapa del desarrollo de guión, cosa que aún no puede ser retomada.

Finalizada la primera jornada de conferencias, una recepción de la embajada de Irlanda. Agradecimientos y reconocimientos mutuos entre Carlos Morelli y Justin Harman, un gesto que se repetirá en las sucesivas jornadas de un festival que ya está acaparando la atención de los espectadores.

 

1916: La Rebelión Irlandesa, de Pat Collins y Ruán Magan (Irlanda, 2016 – Irlanda: imágenes de la libertad)

Además de ser un país con un encanto único, Irlanda también fue escenario de grandes episodios, en especial vinculados a la búsqueda de la independencia de Inglaterra. Como el hoy conocido como Levantamiento de Pascua, en el que un grupo de rebeldes, influidos por la Revolución Francesa y otras gestas similares, decidió hacerle frente al Reunido Unido para conseguir la tan ansiada libertad.

Narrado con pasión por el actor Liam Neeson, el documental 1916: La Rebelión Irlandesa comienza haciendo algo de historia (donde queda claro que la lucha del pueblo irlandés data de siglos atrás) y se sumerge en los nombres y proezas de los artífices de este golpe fallido, pero de importante inspiración para generaciones venideras. Los directores Pat Collins y Ruán Magan se valen de material de archivo (sobre todo, fotográfico) y entrevistas a historiadores y académicos. El sentimiento irlandés se traduce en imágenes de paisajes boscosos y de valles verdes, con musicalización acorde.

Un trabajo de investigación completo y emotivo que, justo en su centenario, permite conocer un hecho crucial de la historia irlandesa.

calificacion_3

 

 

Operación México: Un pacto de Amor, de Leonardo Bechini (Argentina, 2016 – Hoy es Mañana)

Entre las historias y personajes de la última dictadura militar en Argentina, la historia de Edgar Tulio “Tucho” Valenzuela no fue menor. Como uno de los oficiales de la organización guerrillera Montoneros, él y su familia fueron puestos a una dura prueba que los dejó en una posición extraña incluso para sus aliados. El episodio originó la novela Tucho, de Rafael Bielsa, que Leonardo Bechini adaptó al cine como Operación México: Un pacto de Amor.

En 1978, Tucho (Luciano Cáceres), su mujer (Ximena Fassi) y el hijo de ella son secuestrados por un grupo paramilitar y apresados en Quinta de Funes, centro de detención ubicado en Santa Fe, donde conviven con militares y rebeldes reconvertidos. A cambio de que liberen al chico y protejan a su mujer, embarazada, Tucho acepta viajar a México y participar en una misión de contraespinaje, con el propósito de asesinar a los altos mandos de Montoneros. Una misión riesgosa, en la que están en juego cuestiones políticas, ideológicas y, sobre todo, familiares.

La película funciona como un thriller policial con demasiado traso grueso si se tiene en cuenta que está plasmando un hecho histórico. Si bien se nota el intento de Bechini por mostrar que fue una época donde los conceptos de héroes y de villanos no podían distinguirse con facilidad, los militares por momentos aparecen retratados cual demonios, al borde de la caricatura, como el por entonces comandante del cuerpo de Ingenieros del Ejército, Leopoldo Fortunato Galtieri (Héctor Calori). La ambientación de época es correcta y los exteriores en Cuba están bien aprovechados, aunque se nota el uso de croma durante las escenas que suceden en Brasil.

Luciano Cáceres hace una gran labor como Tucho Valenzuela, con una estupenda caracterización física y una entrega total. Se carga la película al hombro, pero no alcanza para levantar el nivel de una producción que podría haber apostado menos a una fórmula convencional.

calificacion_2

 

 

Matías Orta

 

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