Dramaturgia y Dirección: Emiliano Dionisi (basado en el cortometraje homónimo de Natalia Mateo). Productor Ejecutivo: Sebastián Ezcurra. Producción General: Compañía Criolla. Vestuario: Marisol Castañeda. Escenografía: Edgardo Aguilar. Iluminación: Claudio Del Bianco. Asistencia de Dirección: Juan José Barocelli. Elenco: Chela Cardalda, Eugenia Alonso, Silvina Bosco, Marcelo Pozzi, León Bara, Mariano Mazzei, Julia Gárriz, Celeste Geréz , Tamara Drumond. Prensa: Simkin & Franco.
Una Nochebuena en lo de la abuela. Una reunión familiar como la de cualquiera. Verdades que no se dicen, mentiras que se disfrazan. Con el fin de mantener la armonía de las relaciones, muchas veces se opta por la mentira piadosa, la omisión o la postergación del dolor que trae enfrentarse a la realidad misma. Pero este año, son numerosas las razones para desestabilizar el equilibrio familiar. En este escenario se irán sacudiendo los personajes de Ojos Que No Ven hasta que la verdad les estalle a todos en la cara del modo más abrupto.
La obra se desarrolla en una noche de Navidad. La familia se junta en lo de la abuela sin sospechar que minutos antes del encuentro una tragedia movilizará al conjunto familiar que luego hará lo imposible por no arruinar la celebración a la abuela. La decisión será ocultarle la noticia cueste lo que cueste. Además de este secreto son muchas las cosas que se irán develando a lo largo de la obra porque en esta familia (o porqué no en la mayoría) no todo es lo que aparece ante los ojos. Seremos testigos de un conjunto de situaciones dramáticas y no menos disparatadas que nos harán reconocer a nosotros mismos en el fondo de este aparatoso núcleo familiar. Todo se sucede en un living comedor oscuro con luminaria artificial y sin ventanas, plagado de muebles que nos trasladan al pasado y en el que se destacan los portarretratos sin fotos que remiten nuevamente al engaño. Es una escenografía sobrecargada que se condice con el relato y una iluminación que irá dirigiendo nuestra atención ante tantas acciones paralelas.
Ojos que no Ven es un drama familiar pero con un humor mordaz y ácido, por momentos bordeando el grotesco. Basándose en el corto de Natalia Mateo, es escrita y dirigida con exactitud por Emiliano Dionisi. Se trata de un texto inteligente y desopilante que desnudará a la familia a lo largo de una cena en la que cualquiera puede sentirse retratado y donde todo se intentará mantener bajo el mantel. Comida en abundancia, bullicio, conversaciones que se superponen, recuerdos y nostalgias de antaño, la frescura de los niños, risas, llantos y enojos serán parte de la puesta en escena en el que muchas cosas parecen suceder ante la vista del espectador y que evidencian que los Ojos que no Ven pueden ser los de cualquiera. La música acompaña y simboliza. Tanto la interpretación de alguno de los personajes hasta la música de fondo que sonará desde el Winco del living son propicias para acentuar cada momento
Las actuaciones son impecables. Se destaca Chela Cardalda, la matriarca de este clan, la abuela frágil pero bestial e incisiva que no ve a causa de una ceguera pero que aun así no dejará de percibir de algún modo lo que suceda a su alrededor. Como así también Silvina Bosco, una hija histérica al servicio de los otros. De hecho, el elenco en su totalidad le dará consistencia a esta dinámica familiar en la que resulta posible comprender a cada personaje en sus silencios más crudos y en cada uno de sus estallidos emocionales a los que irremediablemente la realidad los irá arrastrando. Esto es así porque la misma hipocresía a la que recurren por proteger al otro les pesa y los desborda. Con tal de no lastimar con la verdad, se enredan en mentiras y ocultamientos que harán que las heridas sean más dolorosas para todos en esta familia que bien podría ser la de uno.
Teatro: Teatro Picadero – Pasaje Santos Discépolo 1857.
Entradas: Desde $150-
Funciones: Domingos a las 18 hs
Por Ines Chaker
