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FESTIVALES

4º Festival de Cine Nacional Leonardo Favio: Día 7

Jueves 20 de agosto.

Falta menos para que el festival llegue a su fin, pero las jornadas mantienen un ritmo de películas que no dejan de convocar a una gran cantidad de público.

Apenas dieron las 20 hs., el cortometraje Una de esas Noches (comedia sobre dos amigos y su odisea por volver a casa tras salir de una disco del conurbano bonaerense) dio paso a Durazno. La directora Yashira Jordan estuvo presente y, al concluir la función, respondió preguntas de un público interesado en saber más sobre esta curiosa producción.

Minutos después, el desopilante Cómo Olvidar un Amor en 21 Pasos, dirigido y protagonizado por Julieta Steinberg, sirvió de prólogo para otra historia sobre el costado menos benévolo de las relaciones sentimentales: Placer y Martirio, la película con la que José Celestino Campusano incursiona en ambientes de clases más altas. Un plato fuerte para una edición del festival que nunca decae.

 

Durazno, de Yashira Jordan (Competencia Largometrajes)

Antes de ser una realidad, Durazno ya tenía presencia gracias a una fuerte y constante campaña de financiamiento a través de crowdfunding, logrando el apoyo de más de mil personas de todo el mundo.

Esta coproducción independiente entre Argentina y Bolivia se centra en Ezequiel, un muchacho en busca de su padre, la clave para conocer su verdadera identidad. Un recorrido que, de la mano del actor Nahuel Pérez Biscayart, lo llevará por distintas ciudades de Buenos Aires y a tierras bolivianas.

Si bien se trata de un documental en clave ce road movie, la directora Yashira Jordan se vale de una serie de recursos visuales y narrativos –incluye secuencias con animaciones- que la convierten en un film más inusual y arriesgado, también respetando un manifiesto que aparece al principio (entre otras cosas, se usó mayormente luz natural y artículos reciclables).

Aunque el desarrollo se torna un poco denso, Durazno sigue siendo una propuesta diferente, tanto desde la realización como en el resultado final.

calificacion_3

 

 

 

Placer y Martirio, por José Celestino Campusano (Competencia Largometrajes)

Desde sus comienzos, la carrera del director José Celestino Campusano estuvo vinculada a ambientes marginales, o ruteros, en parajes alejados de Capital Federal o de otros habituales escenarios de films. Placer y Martirio representa un cambio en su trayectoria.

Delfina (Natacha Méndez), una mujer de clase alta, conoce a Kamil (Rodolfo Ávalos), un empresario distinguido y seductor. Comenzará una relación nada convencional, empezando porque ambos están casados. Pero Delfina se obsesionará cada vez más con su amante, al punto de que comenzará a sucumbir psicológica y físicamente, afectando también a quienes la rodean.

Además de una nueva clase social a la que retratar, Campusano elige un arriesgado tono de sátira a la hipocresía de quienes viven en zonas lujosas y viajan por el mundo sin problemas; por fuera, sonrisas, dinero y status, pero por dentro, disconformidad y sexo salvaje para canalizar las pasiones más bajas. No obstante, la película nunca pierde el eje como drama y thriller intimista. Natacha Méndez sabe cargar con el peso de la historia, en una performance calculada, al punto de que bien podría interpretarse como una actuación fallida debido a la buscada artificialidad de sus gestos y frases. Rodolfo Ávalos también es convincente como el perverso galán exótico, a la manera del Christian Grey de las novelas de E.L. James.

Placer y Martirio demuestra que Campusano tiene con qué para transitar otros caminos cinematográficos.

calificacion_3

 

 

 

Matías Orta

[email protected]

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