Unas Preguntas, de Kristina Konrad (Alemania, Uruguay, 2018) Forum.
Transcurre 1986, Uruguay vuelve a la democracia luego de 12 años de dictadura militar y por medio de un plebiscito se decide de qué manera se tratarán los crímenes de lesa humanidad cometidos por fuerzas policiales y militares. Verdes contra amarillos definen si se concederá impunidad o no.
Más allá de conocer el desenlace, Unas Preguntas logra sostener un interés sorprendente. El documental de Kristina Konrad está compuesto de entrevistas espontáneas a ciudadanos, meros transeúntes o a asistentes de eventos públicos en todo el Uruguay. Ante el pálpito de votación, se los interroga con una pregunta constantemente que deriva en largas conversaciones: “¿Qué significan la paz y la justicia para usted?”.
Más allá de lo abstracto que pueda resultarles la interrogación, las reacciones y respuestas de los entrevistados son formidables gracias a la diversidad. No hay dos personas que coincidan en respuesta y se deja ver cómo la situación política los ha atravesado y dividido de tal manera que dejó marca a toda una generación en el Uruguay.
El documental se extiende por casi 4 horas, cuestión que puede parecer un desafío pero, queda claro que la intención de Konrad reside en respetar la pluralidad voces sin importar la duración del documental.
Unas Preguntas es un documental de vista obligatoria para poder entender muchas aristas de lo que constituye vivir en democracia.
El Día que Resistía, de Alessia Chiesa (Argentina, Alemania, 2018) Generation Kplus.
En la casa de Fran, sin mayores a la vista, ella es quien lleva la batuta. Se ocupa de Tino y Cla, sus dos hermanos menores y tiene un único y emblemático problema: tener tan sólo 8 años.
Las únicas actividades de rutina que realizan son comer y jugar. Sin embargo, los días pasan y los adultos no regresan. Fran afirma que lo harán, a causa de la correspondencia privada que mantiene con ellos, y por la única razón de que ella, sí sabe leer.
Alessia Chiesa logra varios puntos interesantes con este film. Primero, una decisión de casting de tres chicos (que no pasan los 8 años) a los que les creemos todo pero, no debido a su inocencia sino a la calidad de actuación que traen especialmente con el miedo interno que se percibe al estar en ausencia de adultos. Segundo, las diversas situaciones por las que transita el film generan ansiedad extrema. Tercero, las incógnitas que se presentan no son en vano sino que ponen el foco en lo verdaderamente rico que Chiesa quiere mostrar, que es el comportamiento infantil en soledad y la creación de un sistema paralelo de supervivencia y objetivos. Es interesante el paralelismo que se genera a través de los cuentos que lee Fran, los cuales reflejan su situación actual pero, al mismo tiempo, permiten que sus moralejas eduquen a sus hermanos y así poder y adoctrinarlos.
La Cama, de Mónica Lairana (Argentina, Alemania, Países Bajos, Brasil, 2018) Forum.
¿Qué será de nosotros cuando ya no podamos conectarnos? Una pareja de mayores intenta mantener relaciones sexuales pero aparentemente hay tantas imposibilidades entre ellos que se dan por vencidos. Sus cuerpos desnudos inaguran y atraviesan todo el film mostrando las marcas del tiempo y de su desgaste. Como espectadores, no nos movemos de esa vieja casa en la que somos espías de su desmantelación lenta y tortuosa. Los vemos despidiéndose de a poco de sus recuerdos impregnados en su ropa, muebles, fotos y entre sí a la vez. Una separación toca a la puerta aunque por breves momentos traten de salvar los restos del naufragio.
Monica Lairana cuenta el fin de una historia de pareja, escapándole al dramatismo para ofrecer una mirada sincera de la vejez y sus consecuencias. Mango y Sandrini cumplen su parte dando a entender con sus miradas más de lo que dicen. No sabemos porqué se dió ese desenlace, no hay flashback que valga pero entendemos perfectamente a través de sus cuerpos que algo se extinguió.
Con tono intimista y sensible pero sin ninguna ingenuidad u optimismo, Lairana explora un tema no recurrente en el cine que se dedica a mostrarnos cuerpos jóvenes (o rejuvenecidos) sin poner en primer plano a personas de más de 60 años para protagonizar una historia como ya había incursionado en su cortometraje Rosa.
Marilyn, de Martín Rodriguez Redondo (Argentina, Chile, 2018) Panorama.
Marcos es un adolescente tímido y reservado de un pueblo rural -de esos en que todos se conocen- que aparentemente se convierte en la esperanza que conserva su familia para salir de una situación precaria. El conflicto se plantea cuando Marcos quiere vestirse de mujer para asistir al carnaval, desencadenante de variadas situaciones.
Martin Rodriguez Redondo expone como temas principales del film: la mentalidad dentro de un pueblo pequeño, la homosexualidad y el travestismo. No duda en mostrar sin filtro alguno la violencia explícita en la respuesta que obtiene Martin al mostrarse convertido en “Marilyn” y eso es algo quiero destacar especialmente por el realismo representado. Partiendo de escenas de repudio hasta de violencia sexual, podemos captar claramente cómo el prejuicio encierra al personaje en un proceso de soledad y tristeza. Por otro lado, la composición del personaje principal (bien representado por Walter Rodriguez) y su familia por momentos cae en la redundancia de recursos. La utilización del silencio abunda en el film como reflejo del aislamiento que sufre Martin que en cierto punto roza lo inverosímil.
Marilyn es un film que fuera de ser ficción, bien podría tratarse (de acorde a su estructura) como un documental.
© Marina Ceppi, 2018 | @marceppi
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