MONSTER OF ROCK – BUENOS AIRES 2015

Para sumarle misticismo, tal como sucedió en el primer Monster of Rock, donde tocaron gloriosas bandas como Rainbow, Judas Priest y Scorpions, llovió absolutamente toda la noche previa, e incluso, hasta horas antes de que se abran las puertas del templo del rock. Bajo el panorama de un  inmenso temporal, como arte de magia, la lluvia cesó y abrió paso a esos tan esperados rayos de sol que iluminaron el cielo para darle la bienvenida al festival. La banda El Buen Salvaje abrió el evento, seguido por Plan 4, luego Carajo y Malón, quienes fueron calentando los motores de un público eufórico y ansioso. También hicieron parte del festival los divertidos Heavysaurios (banda Argentina de heavy metal enfocada en los niños).

MOTÖRHEAD:

La banda liderada por el legendario cantante y bajista, denominado ‘Dios’ Lemmy Kilmister, dio inicio a la triada más poderosa de la jornada. Tocaron todos los temas que el público esperaba. Hicieron un buen paso por sus clásicos discos Ace of Spades (1980) y Overkill (1979), y también tocaron temas más contemporáneos cómo “Lost woman blues” y “Do you believe?” de su último disco Aftershock (2013).

Lemmy alabó al público local diciendo “Son la mejor audiencia de Sudamérica”, lo que provocó un tremendo grito de aliento de todos sus fans presentes. Motörhead hizo un buen show, un tanto standard pero efectivo y demoledor. En cuanto al sonido, por momentos se perdía un poco la voz de Lemmy, pero en general fue parejo y claro. Por momentos se tornaba un poco difuso distinguir con claridad ciertas notas, pero nada que afectara el ritual de la banda.

JUDAS PRIEST:

A mi parecer, la banda inglesa liderada por el controversial Rob Halford, fue de lo mejor de la noche. Judas brindó a su público un show lleno de potencia, hits y animaciones audiovisuales proyectadas en 3 pantallas de diversos tamaños ubicadas estrategicamente sobre el escenario. Para cada tema existió una animación específica que lograba hacer sumergir al público en el mundo del acero, el fuego y las tachas.

¡Rob esta intacto! su voz sigue asombrando y deleitando oídos. El sonido fue excelente. Poderoso, nítido, penetrante, claro, brilloso y grueso. Es impresionante lo que puede transmitir una banda de tal magnitud profesional al momento de salir a escena. Abrieron el show con “Dragonaut” y no faltaron clásicos como “Turbo lover“, “Victim of changes” y “Jawbreaker“, entre otros. También hicieron una buena pasada de temas por su último disco Reedemer of Souls (2014). Cómo no podía ser de otra forma, tocaron el clásico y muy coreado “Breaking the law” y finalmente cerraron su show con el aplanador y rompe cerebros “Painkiller“.

OZZY OSBOURNE:

El plato fuerte de la noche fue el señor ‘príncipe de las tinieblas’, el ‘madman’ y ‘godfather del heavy metal’, amante de los murciélagos y la oscuridad. El gran Ozzy, quién formo parte de la legendaria y más influyente banda del heavy metal, Black Sabbath.

Su noche arrancó bien arriba con “Bark at the moon”, seguido por el famoso tema “Mr. Crowley“. Todo el show fue de clásicos y hits. Como suele suceder, tocaron “Fairies Wear Boots“, “War Pigs“, “Rat Salad” y “Iron Man” de Black Sabbath. El bromista de Ozzy se entretuvo un buen rato tirando espuma al público con una gran manguera desde arriba del escenario. También alentó a la gente con su propia versión que tanto le gusta corear del ‘Olé, olé, olé…’. Para cerrar la jugosa jornada del Monster of Rock sonaron “Crazy Train” y posteriormente 35.000 se volvieron totalmente locas agitando el último tema de la noche,”Paranoid” (Black Sabbath).

El balance fue más que positivo. Una noche mágica, que a pesar de la tormenta del día anterior, el Monster of Rock disfrutó de un hermoso cielo porteño totalmente estrellado.