A Sala Llena

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CRÍTICAS

La fragilidad del cielo

¿Qué se respira en medio de la oscuridad? ¿Por cuánto tiempo un sujeto debe minimizar su persona en el deseo del otro y mostrarse incapacitado de romper la cadena que lo sostiene al suelo, como metáfora de una relación enferma?

En medio de una puesta conformada por la oscuridad,  un colchón, sábanas sucias, libros y papeles se desarrolla la obra. Siendo así una penumbra vacía la bienvenida que se le da al espectador. En ella se desenvuelven temas tan delicados como actuales: la soledad, los deseos reprimidos, el sexo como elemento liberador, relaciones inconclusas, la falta de comunicación aún en pleno contacto con el otro.

Todo esto y más se desarrolla y expone en este melodrama de época llamado La Fragilidad del Cielo con dramaturgia y dirección de Anahí Ribeiro. Donde se desnudan plenamente las formas más auténticas y patéticas de un ser humano en estado atormentado.

En una época no exacta del siglo pasado, Ilse llega a la casa comandada por Odell, hermana de Bruno, con la misión de poner en orden parte de sus actividades y cuidarlo de su ceguera creciente. Bruno es un artista en plena crisis consigo mismo, imposibilitado de salir de su estado larvario, que por momentos roza la locura. Vive en una habitación a oscuras en medio de la mugre y el descontrol que puede producir una persona casi en completo abandono.

Con un comienzo tirante, la relación entre Ilse y Bruno se vuelve de dependencia entre uno y el otro, con sus temores a cuestas y una extraña energía erótica rodeando la atmósfera. Estos seres son capaces de expresar sus sentimientos tan sólo de manera parca y en medio de infinitos silencios, pero el deseo, por sobre todas las cosas, marca un punto sin retorno. La relación de Bruno con su hermana se revela como una costra enferma de manipulaciones y un sinfín de daños irreparables.

La iluminación de esta pieza a cargo de Akira Patiño se vuelve una cuestión vital: en medio de una oscura y cruel habitación, la poca o inexistente luz marca de manera concreta un territorio hostil para estos personajes. Hasta quizás sea como un cuarto personaje entre los tres seres que luchan por no perderse en un laberinto de miedos y pasiones deformes.

En el espacio en el que se cuenta la historia los límites de escena se pierden entre las butacas. Es una propuesta inclusiva con su público, que se desarrolla con una fuerte carga de erotismo.

Heidi Fauth, como Ilse, tiene una performance de lujo, es piel viva en un personaje lleno de matices, temores, silencios y desafíos. Todo esto explota en escena. Volviéndose así su papel inolvidable, dueño del eje central de la historia.

Silvina Katz y Daniel Begino interpretan a dos hermanos en una encrucijada para delinear su vida y su futura relación. Son el elemento actoral crucial que necesita la historia para redondear la propuesta creada por la actriz, dramaturga y directora Anahí Ribero. Su imaginario puesto en forma por un trío de intérpretes da como resultado un nuevo clásico en el Teatro del Pueblo, sitio destino para autores nacionales.

Teatro: Teatro Del Pueblo – Av Roque Sáenz Peña 943

Funciones: Domingos 20 hs.

Entrada: $ 180

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Flavio Hidalgo del Castillo |@Corazondecomic

Dramaturgia y Dirección: Anahi Ribeiro. Producción general: Carlos Monteros. Producción ejecutiva: Jose Araujo. Vestuario: Brenda Opoka.  Fotografía: Akira Patiño. Diseño gráfico: Facundo Ribeiro. Músicos: Martina Greiner. Diseño de luces: Akira Patiño. Diseño sonoro: Pablo Duchovny. Asistencia de dirección: Bárbara Majnemer. Elenco: Daniel Begino, Heidi Fauth, Silvina Katz. Prensa: Maya Kerschen

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