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CRÍTICAS

XIX Festival Internacional De Teatro Santiago A Mil

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El Festival Internacional Santiago a Mil es el evento de artes escénicas más importante de Chile. Desde 1994, se lleva a cabo en cada enero, en la Región Metropolitana abarcando salas de teatro, calles y espacios abiertos.

Su programación nacional e internacional incluye teatro, danza y música, con preferencia en las estéticas contemporáneas y los nuevos lenguajes. Cada edición evalúa la producción artística cada país invitado y ofrece una muestra de producciones de Latinoamérica, Europa y Asia, así como una selección de los mejores espectáculos producidos en Chile durante la última temporada.

Con 17 años de trabajo, el festival Santiago a Mil se convirtió en la principal vidriera de creaciones teatrales nacionales, pero además tuvo un rol social y político, decidiendo en el posicionamiento del rubro teatral en la ciudadanía. Facilitó el acceso de los Chilenos a producciones internacionales contemporáneas; promovió la inserción de las creaciones locales en el circuito de festivales; promovió la ocupación del espacio público y fue parte en la coproducción internacional de piezas de alta calidad artística.

El verano de 1994 fue el escenario de la primera versión del festival que nació bajo el nombre de Teatro a Mil, en alusión a trabajar “a mil por hora”. Eran los primeros años de la recuperada democracia y la escena teatral, reflejando la necesidad de expresividad, crecía y se enriquecía de una forma extraordinaria. Aparecían nuevos espacios para el arte y la cultura, y de esta manera este primer Festival tuvo por escenario la recién remodelada Estación Mapocho, que en ese momento solo tenía habilitado el hall, y que con los años se convertiría en un importante centro de la movida cultural en Santiago. El festival duró dos meses, y su programación incluyó la Trilogía Testimonial de Chile del Teatro de la Memoria, compuesta por La manzana de Adán, Historias de la sangre y Los días tuertos, bajo la dirección de Alfredo Castro, Pinocchio del grupo La Troppa y Taca-Taca mon amour del Teatro del Silencio, bajo la conducción de Mauricio Celedón. El festival juntaba a creadores y propuestas teatrales, cuya originalidad y experimentación resaltaban en la escena teatral chilena. El objetivo era lograr un espacio que ayudara al público a acceder a un teatro que en el nuevo escenario democrático de los 90, se renovaba forma y contenidos.

También la compañía La Troppa se transformaba en un hito teatral, desde su exitoso montaje Pinocchio, en 1990, que presentaba una fresca y original visión del clásico cuento infantil. Laura Pizarro, Juan Carlos Zagal y Jaime Lorca habían formado anteriormente Los que no estaban muertos, grupo que entre 1987 y 1989, realizó El Santo Patrono, Salmón vudú y El rap del Quijote, donde ya se advertía un nuevo lenguaje. Con La Troppa, seguían profundizando en esta búsqueda, logrando montajes de increíble calidad y originalidad, entre los que destacó Gemelos, cuyo éxito superó extensamente las fronteras de nuestro país.

Otro grupo que irrumpía con fuerza era el Teatro del Silencio, cuyo montaje Taca Taca mon amour, dirigido por Mauricio Celedón habría sido de una gran influencia en la producción y calidad del teatro callejero que ha constituido un elemento central y distintivo de las posteriores versiones del festival. La compañía ya llevaba su propio recorrido internacional por diversos festivales. En ella a través de un gigantesco metegol (taca-taca para los Chilenos), se representaba parte de la historia contemporánea y el desempeño de sus líderes,

Al igual que varias compañías de vanguardia, que habían comenzado su búsqueda en los años 80, la productora a cargo del evento, Romero & Campbell, también tenía sus orígenes en los últimos años de esta década, y desde sus inicios había cultivado una estrecha relación con el teatro nacional, y en particular con el que desarrollaba una investigación de nuevas temáticas y leguajes. Bajo el nombre de “El Carro”, la productora había organizado presentaciones de teatro al aire libre, frente al Museo de Arte Contemporáneo, y ciclos en el Museo de Bellas Artes, que incluían teatro, danza y música. También había tenido a su cargo las exitosas giras internacionales de consagrados artistas. Con la realización de este primer Festival de Teatro a Mil, Romero y Campbell iniciaba la historia del que con los años, se ha transformaría en el más relevante evento de artes escénicas del país.

Para 1995,  se dobló la cantidad de obras en cartelera. En esta segunda edición del Festival Internacional de teatro, Santiago a Mil, Las siete vidas del Tony Caluga marcó la escena con la creatividad de Andrés del Bosque y su Teatro Circo Imaginario que contaba la historia del gran payaso chileno Abraham Lillo Machuca. Esta compañía era parte de una expresión escénica que ya había iniciado el circuito con exponentes como Andrés Pérez y el Gran Circo Teatro; Mauricio Celedón con el Teatro del Silencio y Horacio Videla con el Teatro Provisorio. Por otro lado la cartelera de ese año incluyó Éxtasis o la senda de la santidad, escrita y dirigida por Ramón Griffero, que en 1984 había desbaratado el mapa teatral chileno con Cinema Utopía y un nuevo concepto escénico en la célebre sala El Trolley, un lugar hasta entonces impensado para el teatro. “El teatro de Griffero es un acto de resistencia basado en el cuestionamiento de la rigidez de un orden espacial y temporal”. (Theatre Publique Paris. 1986).

Junto a Griffero, los fundadores del Teatro Fin de Siglo fueron Eugenio Morales, Carmen Pelissier, Alfredo Castro, RodrigoPérez y Verónica García-Huidobro.

En 1984 con un grupo de actores alquiló un gran galpón perteneciente al sindicato de jubilados de los conductores de trolleys. De ahí se bautizó este espacio como “El Trolley”, el cual sería la sede del tan influyente grupo teatral Fin de Siglo.

Y agrega: “En ese espacio se vivía la libertad inexistente mas allá de nuestros muros. Una generación que ya había nacido bajo la dictadura y por ende no temía más de ella que quien le teme a un padre autoritario, una generación que en su expresión usaba también los elementos de la ironía y el humor frente a lo sanguinario. Así grupos de música como Pinochet Boys, Los Prisioneros, Indice de desempleo o Fiskales ad hoc (nombre de los jueces militares) denotaban otro discurso que surgía”. El Ñato Eloy y La Niña de la Calaca en escena daban cuenta de la presencia de otro nombre creativo: Arturo Rossel y su grupo Equilibrio Precario. Con la utilización de basura o la magia del teatro de sombras, sostenía un lenguaje joven con una estética de la sencillez.

Por último de esa edición mencionaremos El malentendido, de Camus, bajo la dirección de Rodrigo Pérez, y El ejecutor, de Víctor Carrasco, fueron otras de las puestas, mientras que un prolífero Benjamín Galemiri, daba cuenta de su creación con El coordinador y El solitario, junto a la compañía El Bufón Negro, sociedad teatral de trayectoria.

Hacia el 2010, 70 mil espectadores en sala (92% de ocupación de la taquilla) y 3 millones 600 mil personas en calle, es el saldo de esta fiesta teatral que abrió los festejos del Bicentenario de la República y en América Latina. Ese año, Santiago a Mil extendió sus actividades en Antofagasta; Talca e Iquique, donde se presentaron con gran éxito obras de teatro y espectáculos de danza. Pero además del teatro que da nombre al encuentro, otras disciplinas artísticas extendieron las actividades del encuentro cultural más importante del país, abarcando la danza, música y análisis teatral -con la Escuela de Espectadores- en una edición de Santiago a Mil que se tomó las calles y salas de la capital, y comunas a lo largo de todo Chile explotando en intensidad con la celebración del Bicentenario.

Los 200 años del teatro nacional fueron conmemorados en el encuentro a través de una iniciativa emblemática: la reposición de 17 obras claves en la historia de las artes chilenas, una especie de mapa por lo mejor de la creación dramática nacional.

De igual forma, los espectáculos de calle gratuitos coparon los rincones de la capital con montajes de calidad como el regreso de la compañía francesa Royal de Luxe junto a una conocida de la casa, la Pequeña Gigante, quien visitó por primera vez Chile en 2007 y que venía en esta oportunidad acompañada de su tío el señor Escafandra, un muñeco de 11 metros de altura. Ambos se pasearon durante tres días por las calles de Santiago, encantando a tres millones de personas que salieron a las calles a acompañarlos.

También visitaron nuestro país los alemanes de Titanick con su montaje mezcla de teatro, fuegos artificiales, música y acrobacia, Firebirds (Pájaros de Fuego), un pasacalles gratuito que durante dos días encantó al público nacional, al igual como lo hizo Step Afrika!, otro de los invitados de lujo en esta edición y que presentaron un espectáculo de stepping (zapateo), desarrollado por jóvenes afroamericanos a comienzos del 1900, que utiliza el cuerpo como instrumento para la impresionante generación de ritmos y sonidos.

Pero la calle no sólo estuvo dominada por representantes internacionales, ya que otras de las características de este año fue la presentación de 12 obras de teatro en 27 comunas de la capital. En total, fueron 83 funciones en calle durante la 17ava edición del Festival Internacional de Teatro Santiago a Mil.

En sala, por su parte, obras como Historia de la Sangre, Hechos Consumados, ambos dirigidos por Alfredo Castro en el Teatro La Memoria, y Moscas sobre el Mármol, puesta en escena de una obra poco conocida del dramaturgo nacional Luis Alberto Heiremanns, agotaron sus entradas y se transformaron en éxitos de audiencia. Cabe destacar también el éxito que obtuvieron los montajes Los que van quedando en el camino, de Isidora Aguirre, bajo la dirección de Guillermo Calderón, que se presentó a tablero vuelto en la ex Cámara de Diputados y Cinema Utoppia, de Ramón Griffero, que tras presentar 15 funciones con entradas agotadas: todo un fenómeno para la escena local.

Buscando siempre crecer como festival, Santiago a Mil en su versión 2012, estableció relaciones con otros motores de la cultura en el país que permitan la expansión a otras disciplinas artísticas, para abrir las posibilidades de cruces de lenguajes entre las diferentes artes. Sumando así a su programación las artes visuales, la performance, las artes audiovisuales, la música y el cine.

Santiago a Mil integra así a su programación: Intersección, una pieza única de la Cuadrienal de Performance de Diseño y Espacio de Praga; la reciente selección de retratos fotográficos del artista chileno Jorge Brantmayer, Muchedumbre; la serie de conciertos Tocatas Mil en el GAM; y el ciclo especial Cine en Stgo. a Mil con una cartelera pensada tanto para espectadores habituales como para el público de artes escénicas.

El festival expresa que “asume este paso como “un esfuerzo por impulsar el carácter transversal de las artes y de los públicos en una sociedad cada día menos compartimentada, no sólo en lo artístico, sino en todas las dimensiones de su convivir.”

Por último y por esto mismo, el festival también agrega a toda su programación y movimiento cultural de esta fiesta, charlas y talleres gratuitos con importantes exponentes de la cultura de latinoamérica y del mundo.  Las “conversaciones teatrales” son un diálogo de conversación espontánea, abierto al debate sobre temáticas del trabajo escénico y la relación que éste establece con diversos discursos culturales. En ellas participarán tanto creadores nacionales como internacionales, de diversas disciplinas, así como investigadores y docentes.

América Latina Nau!

Cruces de Disciplinas

La Calle

Narrativas del Cuerpo

Puden ver más información en la página web del festival http://www.santiagoamil.cl/es/

En el caso de los talleres, todos son gratuitos, los interesados solo tienen que completar el formulario de postulación que está en www.fitam.cl/talleres2012/ mostrando que conocen el trabajo del tallerista con quien quieren formarse, únicamente mediante la presentación de una entrada obtenida para el montaje programado en el festival. La descripción en detalle de cada uno de ellos, se puede encontrar en la página web de Santiago a Mil.

Esperamos que los que puedan vivir esta fiesta, encuentren en este site, toda la información para que lo sea, mediante la orientación de las críticas y comentarios. Y que los seguidores de otros países, puedan contar con un informe serio y detallado, pero que también transmita la emoción que se vive en Santiago de Chile, en cada edición de este fantástico festival, con miras a pensar y analizar el teatro de Chile, el Argentino, el de Latinoamérica y el del mundo entero. Porque  si los amantes del teatro y hacedores nos conocemos y nos acercamos más, unidos, podremos hacer que las artes escénicas transparenten un mundo mejor, ya que lo habremos modificado.

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