Creación: Yaron Lifschitz y Circa. Dirección: Yaron Lifschitz. Jefe de producción y diseño de iluminación: Jason Organ. Diseño de video:Michaela French. Diseño de sonido y composiciones: Quincy Grant. Diseño de escenografía: Yaron Lifschitz, Jason Organ, Libby McDonnell y Michaela French. Diseño de vestuario: Libby McDonnell. Elenco: Nathan Boyle, Jessica Connell, Jarred Dewey, Daniel O’Brien, Brittannie Portelli, Kimberley Rossi y Duncan West. Prensa: Pilar Subriabe.
El circo para grandes y chicos, también entra en la categoría de “artes escénicas”. Hay un público, personajes como el payaso, los acróbatas -si bien estos no tienen características psicológicas-, el domador de animales, el presentador. Todos son “tipos” muy parecidos a los de la Commedia dell´ arte. Pero son personajes. Algunas puestas de circo tienen una historia que se relata y un conflicto. Ese circo siempre es más mágico que el que se muestra a través de una sucesión de sketches de las diferentes destrezas.
Analizando El Carnaval de los Animales, vemos a un grupo de jóvenes muy bien entrenados. Con un excelente vestuario y una puesta en escena muy prolija, correcta e incluso encantadora. El espacio escénico está delimitado por patas y telones de una tela con un diseño de rayas rojas y blancas que emulan el clásico circo de antaño pero impecable. Luego el fondo de escena es una gran pantalla. Mediante la proyección de dibujos con un importante trabajo de animación, se suceden las piruetas de los actores que son básicamente acrobacias de piso. Hay una interacción entre esta animación y ellos, a veces mejor lograda que otras. Destaca el juego de una joven con una mariposa que parece tocar y luego fusionarse con ella en vuelo haciendo la vertical. También el dibujo que sobre una pared de concreto citadina realiza a modo de graffiti otro actor y que se transforma en un elefante rosa que danza y acompaña su solo acrobático.
Las proyecciones son en diferentes espacios por ejemplo: de la naturaleza y uno en la ciudad. Relacionados estos no a los distintos animales como podríamos creer por su título, sino a algunos. Las mariposas, un elefante, cebras, peces en el mar con tiburones y delfines. Hay que decir que faltan algunos para ser un “carnaval”. Respecto de los animales de mar hay un intermedio que intenta sacar un par de delfines plásticos de playa, como del mar de la proyección. Los actores bajan con ellos y hacen tocar sus narices puntiagudas con las de los niños, en un tierno beso. Es para ganar tiempo de cambio escénico pero el problema es que el juego se torna muy endeble por el elemento de baja calidad. El otro momento de interacción con el público, mediante una pelota gigante roja que pulula por entre las manos de los chicos y abundantes globos del mismo color, tiene mucho más encanto a pesar de ser de sencilla realización.
El espectáculo está armado de acrobacias de piso, más colectivas que individuales, mediante el uso de sus cuerpos y a veces una soga de saltar o globos. Salvo un momento en el que uno de los jóvenes se lanza a un trapecio en el que juega un tiempo acotado, el resto son acrobacias de piso, con gran técnica pero no muy complejas.
El show contiene la magia del espectáculo de circo con trabajo humano, adaptado a los tiempos que corren gracias al trabajo de animación. Teniendo en cuenta un público de niños acostumbrado a la velocidad de la estética de la televisión y el cine 3D. Sin embargo es estéticamente correcto pero le falta la fuerza de una historia y algún conflicto que permita por ejemplo enseñarles a los niños que la vida está llena de desafíos que saltar y que si le ponemos esfuerzo y amor, además de belleza, todo se puede lograr.
Teatro: Nescafe de las artes.
Funciones: 10 y 11 de enero. 17:55 – 18:30h
